El principal acusado en el juicio por la muerte de Lucía Pérez, reaccionó al escuchar que el abogado de la familia de la víctima solicitaba su cadena perpetua y, mientras era retirado de la sala, repudió el alegato de la querella.
Matías Farías, el principal acusado en el caso de Lucía Pérez, habló por primera vez en el juicio luego de escuchar que el abogado que representa a la familia de la víctima, en su alegato, solicitó su prisión perpetua: “Yo no la violé, no la empalé, ni nada”.
Farías está imputado por “abuso sexual violento con acceso carnal, con dolo violento, agravado por resultar muerta la persona ofendida, facilitado por el suministro de estupefacientes y concurre idealmente con la figura de femicidio”, y tanto el fiscal Daniel Vicente como el abogado querellante, Gustavo Marceillac, solicitaron a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 que lo condenaran con la máxima pena posible, la de cadena perpetua.
“Me estás pidiendo perpetua de onda”, le gritó enfurecido Farías a Marcelliac cuando terminó su alegato, e inmediatamente fue retirado por personal del Servicio Penitenciario de la sala. “Yo no la violé, no la empalé, ni nada”, alcanzó a gritar antes de ser expulsado de la sala.
Farías, mientras era retirado por uniformados, miró a su abogada defensora, Laura Solari, y le dijo: “¿Puedo hablar con usted?”. “Sí, ahora”, le respondió la defensora oficial, e inmediatamente fue tras su defendido.
El martes será el turno de Solari, en defensa de Farías, Juan Pablo Offidani y Alejandro Maciel, de dar su alegato.